Existen básicamente dos tipos de cilindros:
– Cilindros neumáticos de simple efecto:
El desplazamiento del cilindro por efecto del aire comprimido tiene lugar en un solo sentido que es el del avance, por lo que en este tipo de cilindros el trabajo únicamente se efectúa en este sentido. El retroceso generalmente se consigue gracias a la incorporación de un muelle que se encuentra situado en el interior del cilindro. También existen cilindros de simple efecto sin muelle, en los que el retroceso puede ser realizado por el propio peso del émbolo y vástago si el posicionamiento del cilindro es vertical.
– Cilindros neumáticos de doble efecto:
En los cilindros de doble efecto existen dos tomas de aire, una a cada lado del émbolo. Estos cilindros pueden producir movimiento en ambos sentidos, avance y retroceso, a diferencia de lo que ocurre con los de simple efecto.
En las fotos se puede observar la camisa con la culata trasera, el vástago, la culata delantera con sus tornillos, las dos partes que forman el émbolo donde se incorpora la guía junto las dos piezas de plastoferrita que son unos imanes que sirven para detectar magnéticamente la posición del vástago.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LOS CILINDROS NEUMÁTICOS
Ventajas: el aire de escape de un cilindro neumático puede liberarse al aire circundante sin generar problemas medioambientales. El aire es fácil de obtener y presurizar. Además, las fugas en general son menos problemáticas.
Las desventajas de la neumática incluyen la necesidad de operar estos sistemas a alta presión, lo que puede ser peligroso, así como la necesidad de mantener el aire limpio y filtrado.