Retenes radiales

Un retén de aceite consta normalmente de tres componentes básicos: el elemento de estanqueidadla carcasa metálica y el muelle. La finalidad del elemento de estanqueidad es impedir que el fluido se filtre entre el eje y la carcasa. La carcasa metálica dará rigidez y fuerza al retén mientras se mantiene en el orificio o la ranura empotrada. El muelle asegura una presión constante y mantiene la fuerza radial hacia el eje, aplanando el borde de sellado a una anchura definida. El muelle mantiene la fuerza radial ejercida por el labio de estanqueidad alrededor de la superficie del eje. Todos los materiales deben seleccionarse en función del entorno en el que funcionará el retén.

Los elementos distintivos de un retén son:

  • Cuerpo metálico recubierto de elastómero o sin recubrir. Las versiones con carcasa metálica a la vista se suministran con la superficie exterior rectificada y calibrada.
  • Hay retenes que sustituyen la carcasa metálica por una talonera de tejido reforzado y que permite el diseño de retenes partidos.
  • Normalmente, la membrana de elastómero dispone de un muelle sobre la vertical de la arista de sellado para mantener la estanqueidad del eje, ya sea en funcionamiento o en parado.
  • Labio “guardapolvo” opcional para la protección frente al polvo y la suciedad del exterior.

Los retenes radiales deben, además de asegurar una buena estanqueidad, cumplir otras exigencias tales como:

  • Fiabilidad.
  • Larga duración.
  • Montaje sencillo.
  • Resistencia química frente al fluido de trabajo.
  • Bajo rozamiento.

 

Ofrecemos este producto de nuestras marcas representadas CORTECO y ROLF

 

 

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